
¡Saludos, Semillita Estelar!
Espero que te encuentres bien.
Te cuento… Estoy bien. Estamos bien. Acá, en la isla del Encanto (sí, porque aún tiene el Encanto, jajaja). En la Tierra que nací y fui criada. Vamos a cumplir dos meses que nos mudamos para Puerto Rico y hace 16 años y medio que no vivía aquí…
Todo cambia. Y Gracias a la Amada Presencia de Dios por los cambios… Seguimos en el proceso de adaptación.
De hecho, una de las actividades que estoy utilizando para fluir más en el proceso es la natación al aire libre.
¡Ay, que delicia!
Como extrañaba nadar (y no simplemente entrar al agua) teniendo al cielo, sol y nubes como techo.
Nadar…
Para estar conmigo misma. Para observarme. Observar mi ambiente…
Como manera de rezar. Para elevar mis intenciones al cielo. Al Universo.
Nado.
A veces, aumento la velocidad. Especialmente cuando deseo manifestar/crear algo “más rápido” (desapegando de resultados rápidos, claro está). Sin embargo, prefiero nadar lento para ir sintiendo...
Sentir. Y también escuchar. Sobretodo escuchar mi mente. Así, la puedo reprogramar…
Por ejemplo, de espalda (que es el estilo que menos me gusta), puedo reflexionar sobre algo relacionado a mi pasado que desee mejorar en mi presente. De pecho, puedo abrir los centros inferiores (movimiento de piernas de “sapito”) y el corazón (movimiento con los brazos) para recibir nuevas bendiciones. Nadando mariposa (que en la piscina me cansa, pero en el mar es mucho mejor) puedo transformar, transmutar, una vibración en otra, para mejor. Nadando libre puedo concentrarme en una energía nueva que quiero incorporar para mejor. El nado de lado lo puedo realizar cuando quiero estar más centrada en el ahora pues me permite "estar" en el pasado, en el presente y en el futuro al mismo tiempo. Es decir, como práctica de atención plena. Etc…

… ¿Sabías que los Sirianos (almas que tienen como grupo de alma de origen el sistema estelar de Sirius) están bien conectados con el agua? Sí. Esto, por causa de haber sido un sistema estelar “azul”, de “agua”. Y también están bien conectados con los delfines, ballenas y sirenas… Desde que aprendí a nadar, me he creído sirena no importa en qué medio de agua esté: piscina, rio, mar. Recuerdo que, de pequeña, cuando había fiesta en una piscina, yo no quería salir del agua y mi padre me gritaba: “¡Mira pececita, nos vamos, sal ya!” Tenía que gritármelo varias veces y muchas veces tuvo que entrar en el agua a sacarme de la misma. Por lo que conecto mucho con el agua gracias a mi grupo de alma de origen (paréntesis: aún no he nadado con delfines, pero decreto que será “un sueño hecho realidad” pronto), y a la influencia de mi signo ascendente en Cáncer. Bueno, eso es otra historia...
Volviendo al tema de “desde que aprendí a nadar” … Mi relación con el agua no siempre fue “positiva”. Le tenía miedo. Me ponía nerviosa. Luego descubrí que era parte de un trauma galáctico. ¿Sabías que casi me ahogué en una piscina cuando tenía aproximadamente cinco años? ¿Y sabes quién me sacó del agua? ¡Sí, mi papá! Lo podía haber guardado como un trauma, sin embargo, tomé la experiencia como: “ok, es hora de vencer el miedo.”
Comencé con clases de natación cuando tenía siete años. Un año y medio después lo dejé. Es decir, lo dejamos, pues no era yo sola, sino también mis hermanos. Retomé la natación a los 13 años en la escuela como parte del equipo de natación. Nadé por un tiempito más. También paré. Nuevamente, porque no estaba sola. Bueno, pero era para haber sido así y punto.
Continué la conexión con el agua gracias a mis hermanas a través de las clases de salvavidas. Mi hermana mayor entro en la onda de “Baywatch” (jajaja), y luego la segunda y yo le seguimos los pasos… Ejercer como salvavidas fue, por decir así, nuestro primer empleo (de ganar dinero ofreciendo servicios para otros) aquí.
Cambiando el tema un poco, mi hija, cuyo grupo galáctico es Mintaka también ha tenido una experiencia similar con el agua que viene de un trauma galáctico… Verás, los Mintakas aman el agua pues vienen de un mundo utópico hermoso de aguas cristalinas y transparentes que no es más habitable. Lo que ellos no toleran o le es difícil de aceptar, de entrar, son las aguas profundas. La "oscuridad de las profundidades del agua" les es aterrador. Y esto lo pueden reflejar en otras áreas de la vida.
Con relación a mi niña, cuando tenía un año y medio de edad se cayó a la piscina de nuestra casa y tuvo un “susto” nada más, pues yo estaba pendiente y la saqué inmediatamente. Sin

embargo, para ella, por causa de su edad e historia pasada, ese evento fue traumático. Estuvo más de un año y medio sin querer entrar en el agua; sin querer ir a clases de natación. Ni siquiera conmigo al hombro o con boyitas entraba. Hoy día, con cuatro años, entra al agua con boyitas y sumerge la cabeza a mitad. Le encanta el agua, el río, el mar, la piscina… Ella aprenderá a nadar a su propio ritmo. Así es y será.
… El agua es el gran medio de la transformación. Por tal razón, si un cliente quiere incorporar a su oración de 21 días de transmutación energética un movimiento corporal y siente afinidad mayor con el agua, recomiendo totalmente hacer movimientos energéticos en el agua, incluyendo la natación.
Además, el agua es el medio de la información. Información que no necesariamente viene por medios físicos. Por eso, el agua es también el medio del psiquismo…
Por lo que nado en el agua por amor al arte de nadar y su capacidad transformadora en todos los niveles del Ser.
Finalmente, nado en el agua para reconectar. Para conectarme con mi niña interior. Con la sirena que está en mí y divertirme. Para compartir con otros. Para sentir más felicidad. Para relajarme más… Y, mientras más me relajo, más armonizada y alerta a la multi-dimensionalidad estoy. Soy...
¿Y a ti, Semillita Estelar? ¿Te gusta nadar? ¿Nadas para mover únicamente tu físico? ¿Nadas para reconectar? ¿O te da miedo nadar? Si te da miedo y deseas compartirme tu grupo galáctico sería genial. ¿Qué otros movimientos usas para reconectar? ¿Cuál es tu favorito?
Luz y bienestar,
~ Cristina

Cristina, en esta vida, es natural de Puerto Rico. Sin embargo, a nivel del alma, es natural de Sirius... Formada en Ciencias, Odontología, Odontopediatría, y algunas modalidades de sanación, medicina o terapia energética. Es madre de tres niños - dos varones y una niña. Valora la unión, la prevención, la educación, la libertad de expresión, entre otros. Prefiere escribir que hablar. "Amo escribir. En la escritura puedo expresar mi verdadera voz". Observadora y reservada, aunque adora subir a una tarima para bailar y cantar. Disfruta del mar y del río para nadar y meditar; de mover con atención su cuerpo para su mente y corazón serenar; de visitar una librería esotérica para leer y estudiar; de jugar con sus hijos y hacerlos reír sin parar; de estar en buena compañía íntima y familiar; y de una deliciosa y nutritiva comida, ¡claro está! Si deseas contactarla, hazlo ahora. En confianza. ¡Ya! ☺︎
Comments