
¡Saludos, Semillita Estelar!
Anhelo que estés bien.
Te cuento…
No sé si recuerdas que hace más de un mes publiqué la parte 1 de los programas energéticos de la isla de Borikén. Me tardé en publicar la parte 2, no porque me había olvidado de escribirla, o porque no tenía aún la información, y si porque no había sacado el espacio y tiempo para colocarla por aquí.
Aprovecho para decir “lo siento”, pues puede que la hayas estado esperando antes y de manera (no consciente), ocasioné “ansiedad”. No fue esa mi intención. ¿Vale?
Bueno… Al final de la parte 1 escribí que iría a publicar otro escrito sobre como transformar las energías de “intimidación” e “limitación”– energías que están por decir así, en el ADN Boricua-, y como conectar con la práctica de integridad y lealtad a través de la oración, movimiento y demás.
Comienzo recordándote que todas las energías pueden ser transformadas, transmutadas para mejor. Esto es Ley. Y que no existe una única manera de hacerlo. Las maneras son infinitas, pues somos Potencial Ilimitado. Dios en Acción.
Ahora, ¿cómo comenzar a transformar estas energías de "intimidad" y "limitación" que obstruyen la propia expresión divina?
Pues bien, lo ideal sería, si sientes conexión con estos programas (pues no todos sienten esa conexión) o sientes que debes hacer algún trabajo para transmutar esas energías, comenzar a observar cómo estas energías se han manifestado en tu existencia. Darle “play” a tu película. Desde el inicio. Tu inicio. Lo que tu recuerdas desde tu infancia. Observar esa película y anotar, escribir, cualquier otro pensamiento o emoción que llegue o sientas al respecto. Ir a un pasado en esta vida donde te has sentido “intimidada” por una persona de otra nacionalidad, cultura, religión, profesión, por ejemplo. Detallar por escrito (en voz alta, o en silencio) cómo fue esa experiencia para ti y luego visualizar nuevamente la historia con otro lente - con agradecimiento, valentía y paz. Hacer lo mismo para “limitación”.
Aceptas...
Y usualmente después de la aceptación estás más abierta al cambio. A una transformación más profunda.

Transmutación que debe ser realizada principalmente a través de la oración - herramienta poderosa que sana a niveles más sutiles del Ser. Oración que debes crear tú mismo y realizarla de manera consistente. Pues, una cosa es observar, escribir, estar atenta a las energías, y decretar de vez en cuando, sin ser consistente. Otra cosa es orar de manera consistente, a través de la repetición, para crear un nuevo patrón. Repetición que debe ser practicada al menos 21 días consecutivos. Sí. Es más que comprobación científica (es sagrada, numerológica) que se necesitan como mínimo 21 días para establecer un nuevo patrón, un nuevo hábito, para reprogramar la mente (para mí entonces son tres meses. Ja,ja,ja.)
Se trata de un ritual de 21 días que tú, integrando la ORACIÓN Y TODOS LOS ELEMENTOS CON LOS CUALES TE IDENTIFICAS COMO PUERTORRIQUEÑA, vas a llevar a cabo. Ejemplo: oración, poesía, música, tambor, plena, velas, coquí, flor de maga, comidas, playa, río, isla, taíno, africano, español, inglés.
Es así, integrando TODO lo que te hace SER puertorriqueña, que comenzarás a entender que no somos ni estamos limitadas. Que no necesitas sentirte intimidada. Que somos y estamos íntegras.
Sí, porque el puertorriqueño aún tiene en la mente, aunque diga que no, el pensamiento de que es inferior. Que Puerto Rico es un puntito en el mapa. Que por ser pequeños en área terrestre no podemos sostenernos a nosotros mismos. Etc. De hecho, expresiones como "bendito, mi islita querida" es un ejemplo de esa limitación e intimidación a un nivel subconsciente.
Fuera de broma... Yo, por muchos años, me sentí intimidada por los estadounidenses. Pensaba que ese sentimiento venía de haber sido criada bajo el ideal de la independencia. Sí. Y me creí tanto el ideal que de alguna manera lo distorsioné pues llegué a pensar que si hablaba bien inglés estaría traicionándolo; estaría asimilándome cada vez más. Esto no vino de mis padres ni de mis hermanos. Era algo mío.
Luego, cuando me fui a vivir a Nueva York para continuar estudios posgraduados llegué a detestar "janguear" y compartir con americanos. Compartía más con los extranjeros, mayormente latinos, europeos, africanos, indianos y japoneses, en Nueva York que con los mismos estadounidenses. Llegué a sentir cierto desprecio y rabia. Sin embargo, en el fondo no era nada de eso. Eran estos programas de intimidación e inferioridad, en adición a los otros programas enraizados a nivel familiar y a nivel de alma.
Hay boricuas que han sentido la intimidación e inferioridad de manera diferente. Por ejemplo, en vez de sentir rabia y no querer compartir con estadounidenses, quieren únicamente relacionarse con ellos y, sobre todo, sobresalir.
Otros boricuas no sienten nada de intimidación e inferioridad con los estadounidenses y sí con otras naciones. Por ejemplo, España.
Te pregunto, ¿has vivido fuera de Puerto Rico? ¿Cómo te has sentido viviendo fuera de Puerto Rico?
Si te has ido a vivir fuera de Puerto Rico y te has sentido intimidada e inferior, entonces debes de alguna manera trabajar para transmutar esas energías. ¿Para qué? Pues porque al sanarte facilitas también la sanación de tu madre, tu abuela, ancestros y futuras generaciones boricuas. A nivel físico y a nivel de alma. "Whole!" 😉
Por otro lado, ¿de qué maneras podemos practicar la integridad y lealtad?
La primera y más importante es a través del Agradecimiento.
¡Agradecédle, a la isla de Borikén, Puerto Rico, y a sus ancestros, la Vida! Pues, con todo, fue en ella donde se eligió nacer. Fue en la isla del encanto donde estaba todo en orden divino para encarnar. Fue allí donde respiramos por primera vez. No fue en otro lugar. No fue en los Estados Unidos o Canadá. Fue Puerto Rico la fuente de INSPIRACIÓN. Es y será.
"¡Fue en Puerto Rico, Semillita Estelar!" - susurrando.
La segunda es definiendo lo que significa para ti la integridad y la lealtad con relación a Puerto Rico...
Para mí, ser íntegro y leal a Puerto Rico significa querer lo mejor para la isla, para todos los que habitan en ella, para todo aquel que se siente puertorriqueño, habiendo nacido en la isla o no. Significa también no degradar la cultura, costumbres y tradiciones de la isla de Borikén. Al igual que no menospreciar la cultura, costumbres y tradiciones de otras naciones.
Ser íntegro y leal a Puerto Rico significa caminar con firmeza en cualquier lugar del planeta y si te preguntan de dónde eres, o dónde naciste, decir con alegría en el corazón: ¡Vengo de (o nací en)
la bella isla de Puerto Rico!"
Yo, por ejemplo, viví los últimos nueve años en Petrópolis, Río de Janeiro, Brasil. Cuando me preguntaban de dónde era (porque notaban un acento diferente "na hora"), decía con naturalidad y brillo en mis ojos que era de Puerto Rico. Les hablaba de la plena, la bomba, la salsa. De las parrandas y jolgorios en la época navideña. De las playas y ríos. Del coquí. Y hasta del sueño de ver a Puerto Rico como una nación libre...
De hecho, por muchos años pensé que la única manera de practicar la lealtad e integridad hacia Puerto Rico era limitándonos a luchar por la independencia de la isla. Sin embargo, la verdadera práctica de lealtad e integridad que se nos pide no se limita a las energías del lugar donde vinimos. La verdadera práctica consiste en abrirnos al potencial ilimitado, al más allá del lugar donde vinimos, a integrar las energías del lugar donde vinimos, a nivel terrestre y a nivel de alma, para ir hacia donde queremos ser...
Entonces, nuevamente, AGRADECÉDLE a la tierra de Puerto Rico, la Vida, pues el haber nacido allí te dio el potencial necesario para transformar tus energías y así continuar la práctica de caminar en integridad y lealtad hacia el reencuentro con tu verdadero Ser.
¡Para sanar y SER COMPLETO!
Con relación a movimientos...
Existen movimientos meditativos, de atención plena, o “mindful movements” que te servirán de gran ayuda para transmutar estas energías. La yoga, el tai chi, el QiGong (Chi Kung), son algunas prácticas que incorporan movimiento y respiración para estar en el aquí y ahora, y transformar energías.
Yo, por ejemplo, practico el QiGong. Es mi práctica meditativa favorita. Y dentro del QiGong existen varias maneras de mover el cuerpo para transformar energías.
Para transformar la energía de intimidación, por ejemplo, podemos hacer un ejercicio para mover la energía del riñón y la emoción de "miedo". Transmutar intimidación por valentía. Paz. Tranquilidad. El ejercicio "La Fuente" es simple e ideal para tal fin.
Para transformar la energía de limitación, entonces, podemos hacer un ejercicio meditativo para mover la energía del pulmón y la emoción de "tristeza". Transformar limitación en inspiración. Abundancia. Confianza. El ejercicio "Grua Voladora" es excelente para esto.
Sin embargo, como parte de la práctica es integrar los elementos que nos hacen ser puertorriqueños, ¿qué tal incorporar música y movimientos de danza folclórica puertorriqueña - plena, bomba- o movimientos y elementos taínos de manera meditativa para trabajar en la transformación de estas energías?
Tal vez, así se le haga más fácil transformar energías a un boricua, ¿cierto?
¡El puertorriqueño es demasiado musical y sandunguero! Ja, ja, ja. ¡Me encanta!
¿Sabes? Es lo que estoy haciendo...
Estoy en el proceso de integrar la oración (ritual), QiGong, y como danza, la plena, para practicar la lealtad e integridad.
En cuanto a las energías de intimidación y limitación... Están bajo control. Atención. En equilibrio. 😉
Y continúo andando con calma. Sin prisa. En Paz.
Bueno, Semillita Estelar, ¿qué te pareció este escrito?
Cuéntame, de querer transformar esas energías, ¿cómo te puedo ayudar?
Sin escribir más (para que no te canses, ja, ja), me despido.
Hasta el próximo post.
Paz y bienestar,
~ Cristina 💜

Cristina, en esta vida, es natural de Puerto Rico. Sin embargo, a nivel del alma, es natural de Sirius... Formada en Ciencias, Odontología, Odontopediatría, y algunas modalidades de sanación, medicina o terapia energética. Es madre de tres niños - dos varones y una niña. Valora la unión, la prevención, la educación, la libertad de expresión, entre otros. Prefiere escribir que hablar. "Amo escribir. En la escritura puedo expresar mi verdadera voz". Observadora y reservada, aunque adora subir a una tarima para bailar y cantar. Disfruta del mar y del río para nadar y meditar; de mover con atención su cuerpo para su mente y corazón serenar; de visitar una librería esotérica para leer y estudiar; de jugar con sus hijos y hacerlos reír sin parar; de estar en buena compañía íntima y familiar; y de una deliciosa y nutritiva comida, ¡claro está! Si deseas contactarla, hazlo ahora. En confianza. ¡Ya! ☺︎
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