¡Saludos, Semillita Estelar!
¡Anhelo que estés bien!
Bueno, no sé si sabes que detrás de mi carcajada contagiosa (que desde pequeña tengo y los que la escuchan se mondan de la risa...), detrás de la “serenidad” que puedes sentir delante de mi presencia, existe una historia…
Existe un “sufrimiento” que es el que me ha permitido estar aquí, ahora, y facilitando procesos de transformación energética y autoconocimiento, a través de Semillita Estelar, utilizando las herramientas con las que mejor conecto - Registros Akáshicos, Sanación Energética y Sonido.
Hoy quiero compartir un poco de esa historia. De manera fluída y espontánea...
¿Porqué?
Porque entiendo que es la mejor manera de conectar…
… En esta vida, nací y fui criada en Puerto Rico. La tercera de cuatro hermanos – dos mujeres antes de mi, un varón después …
… Desde un punto de vista externo, crecí dentro de todo bien y tuve innumerables experiencias positivas. Desde un punto de vista interno, crecí llena de miedos. Miedos que no fueron “enfrentados”. Culpas. El no querer defraudar a los otros, en especial a mi padre, era el número 1 en la lista de prioridades. Crecí sintiendo que no “encajaba” en mi familia nuclear. Ni en mi ciudad. Crecí con auto estima baja. Tenía que estar en todo – materias, deportes, música, baile, etc.- y aunque me gustaba y de cierta manera, era buena en todo lo que me proponía, lo hacía conscientemente para mostrar para otros “mi fortaleza”. Crecí con bastante frustración y coraje. Con alergias a alimentos. Alergias en la piel. Sinusitis crónica. Fracturas óseas. Impulsos. Y una cierta “hiperactividad”. Era como una estrella fugaz…
Crecí creyendo que todo era normal... Que debía y tenía que ser así... Que mis padres, en especial, eran responsables por mis comportamientos y personalidad...
Llegué a la edad adulta con la Energía mega dispersa… Y el Ego en desequilibrio (sí, porque el ego es necesario e importante, solo que hay que mantenerlo en equilibrio).
… Estudié odontología porque (aunque fue una de las mayores experiencias que tuve desde pequeña por tener muchas caries, problemas de espacio para acomodar los dientes permanentes, etc., y deseaba conocerme más a través de los dientes), no quería defraudar a mi padre, quien en vida fue médico del pulmón (qué cosas, el meridiano del pulmón cuando está en desequilibrio puede “manifestar” tristezas), y no iría aceptar que estudiara algo menos que eso… Recuerdo que después del primer año haciendo la especialización en odontopediatría lloraba en grandes cantidades y llegué a sentir mucha tristeza pues no quería continuar haciéndolo, pero no tuve la fuerza, por motivos familiares y financieros, para aceptarlo, dejarlo, y recomenzar…
Sin embargo, necesitaba continuar en ese camino, ¿sabes porqué?
Fue la odontología que me “trajo” mi compañero y nuestros tres tesoros – hijos...
Fueron, entonces, mis hijos, los que poco a poco me han traído “back on track again”. Sí. En el camino de autoconocimiento y de la transformación energética…
Después descubrí que la maternidad sería una de las mayores prácticas de esta vida (y aunque para toda madre la maternidad debe ser una práctica importante, para mí, individualmente, es la principal por varios ciclos)... Era parte del plan divino...
Comenzando con el nacimiento de mi primogénito en el 2011… Paré de ejercer la odontología.
En aquel entonces sentí que debía y tenía que permanecer cuidando exclusivamente de mi hijo. Doy Gracias a mi compañero (y al Universo) por haber sido el proveedor principal desde entonces para poder ejercer mi mayor práctica… La maternidad.
Práctica que no ha sido color de rosa…
Sentí mucha tristeza después del primer parto vaginal (las historias de parto merecen un nuevo escrito) … Por pensar y sentir que no me dejaron hacer el parto como quería y sabía que podía hacer. Por haber permitido la violencia obstétrica y hospitalaria, y no haber demandado al hospital y al médico. Por no sentirme acogida por mi familia. Por sentirme sola en Nova York. Por mi padre haber fallecido enfermo de cáncer hace menos de un año del parto y no haber conocido ni a mi compañero (aunque antes de morir, me dijo que quería conocerle cuando saliera del hospital para darnos la bendición), ni a su primer nieto. Por mis familiares no aceptar el que hubiera elegido a un hombre mayor que yo como compañero de vida… Y, sobre todo, por mi cuerpo haber cambiado drásticamente. Todo cuerpo cambia, claro, pero el mío fue “un shock” para mi y para todos a mi alrededor considerando que practicaba deportes, tenía un cuerpo fuerte, delgado y “seco” en el área abdominal, y terminé con una separación exagerada de los músculos rectos abdominales, una hernia umbilical, una piel abdominal mega flácida y estriada, y un prolapso del recto.
Aceptar mi "desempoderamiento" no fue nada fácil y me tardé varios años...... Quería tener los tres niños que soñaba desde pequeña y sabía que luego de parirlos iba a necesitar una cirugía para reparar de mejor manera “todo el sufrimiento” (cirugía que fue realizada en el inicio del 2021).
Fue cuando me dije: “Espera… este 'sufrimiento' no es de ahora. Viene de otro tiempo. Necesito saber de qué tiempo y la historia por detrás… Necesito conocerme mejor… Mis influencias de esta vida. Las influencias que son verdaderamente mías… Crecer y tomar responsabilidad... Son muchas cosas al mismo tiempo… Vamos a comenzar. Una cosa de cada vez.”
Comencé a buscar más ayuda espiritual… Y escribo más ayuda porque antes de ser mamá ya había buscado ayuda a través de la metafísica, el Reiki (tenía mi certificación en maestra de Reiki) y la hipnoterapia, entre otras herramientas...
Cuento largo, corto... Llegamos a la astrología en el 2012. Hicimos, los tres (en aquel entonces, éramos solo tres), nuestro mapa astral con un astrólogo excepcional. Conocimos nuestras influencias astrológicas de esta vida…
Después de los signos, las casas y los planetas, fuimos para las estrellas y el alma… Recibimos nuestra lectura de Registros Akáshicos… Allí, entendí mejor "el Todo" ... Mis dones, cualidades energéticas, y especializaciones a nivel del alma. Mi origen galáctico. Los retos que debo enfrentar en cada existencia. Donde y cuando se originaron los bloqueos, y la historia que, de alguna manera, “se repite y se repite” …
El proceso de autoconocimiento no paró allí. Y la verdad no debe parar, pues es una práctica constante y fluida. ¿Sabías que no para ni siquiera en el más allá? Solo se detiene cuando concluímos la Ascensión...
Estudié más a fondo los Registros Akáshicos y obtuve certificación para poder ayudar a otros accediendo esa vibración. Estudié también la sanación a través del sonido (frecuencias), la aromaterapia, los cristales… Procuré recibir mi mapa numerológico, herramienta que fue importante para poder entender mejor mi “camino” en esta vida. Procuré también sanar y conocerme mejor a través de la constelación sistémica familiar. ¡Ufa, allí comencé a sanar mejor mis relaciones familiares de esta vida - padre, madre, hermanos!... Inicié una práctica más constante de QiGong (Chi Kung) y danza energética para manejar mejor mis energías... Ah, y conocí mis “registros dentales”, como yo le llamo. Esta última, súper importante para cerrar con broche de oro y continuar abriéndome a lo nuevo y desconocido para conocerme más y mejor…
Y que decir del autoconocimiento “a través de mis hijos” … A través de mi relación con ellos, de la relación de ellos con su padre y de mi relación con su padre… A través de los diferentes tipos de relaciones... Perspectivas...
Con relación a mis hijos... Practico el desapego de todas las "normas sociales que no sirven más." ... Mis hijos no son míos. Son Vida. Son Dios en Acción. Les Amo sin condiciones. Fui el portal para su llegada y tengo el deber de transmutar sus energías mientras sean menor de edad... Nutro su existencia. Los entrego en la Luz Protectora del Universo... Trasciendo.
Hoy sé que soy únicamente 100% responsable por el "auto-control" de mi Universo interior y hago mis prácticas energéticas para mantener ese equilibrio. Fluyendo...
Con Agradecimiento...
Hoy sé que dentro de las posibilidades, probabilidades y predeterminación para mi existencia como Cristina, estoy aquí, ahora, por libre albedrío y por las reacciones de las acciones - internas y externas... Hoy experimento que no soy un registro kármico, soy un ser divino en acción, y como tal, tengo el poder de transmutar todo lo desarmonioso dentro de mi... De crear una nueva realidad. Un nuevo Universo... Sin prisa, con calma. Observándome. Sintiendo. Manejando la emoción. Practicando constantemente. Con disciplina. Respetando los ciclos externos e internos. Lo que llamamos de tiempo...
Hoy entiendo lo que es amor incondicional, pues lo practico en primer lugar en mí misma. En mi interior. Y practico la activación de mis células con esa vibración... Sonrío.
Estoy despierta... Gracias al impulso y fuerza de mi alma. Gracias a la guía de mis guías espirituales y seres de luz... Medito.
Hoy estoy aquí... Consciente.
Honro mi historia de alma. Mi historia terrestre. Mis ancestros - terrestres y galácticos. Mis especializaciones en las áreas de sanación energética. Representando el Poder Divino. Trayendo la sabiduría de ese "sufrimiento". Valorizando la diversidad y las diversas maneras de sanar...
Confío...
Hoy estoy en este camino porque así es... ¿Si será...? Permanezco y permaneceré abierta al cambio...
Con inmenso respeto, profunda humildad. En armonía, alegría, paz, amor. Con Todos y con el Todo. De manera Perfecta. Gracias por leerme. Gracias por permitirme ser parte de tu proceso de transformación.
¡Espero poder continuar contagiando a todos con mi carcajada!
Luz y bienestar,
~ Cristina 💜
Cristina, en esta vida, es natural de Puerto Rico. Sin embargo, a nivel del alma, es natural de Sirius... Formada en Ciencias, Odontología, Odontopediatría, y algunas modalidades de sanación, medicina o terapia energética. Es madre de tres niños - dos varones y una niña. Valora la unión, la prevención, la educación, la libertad de expresión, entre otros. Prefiere escribir que hablar. "Amo escribir. En la escritura puedo expresar mi verdadera voz". Observadora y reservada, aunque adora subir a una tarima para bailar y cantar. Disfruta del mar y del río para nadar y meditar; de mover con atención su cuerpo para su mente y corazón serenar; de visitar una librería esotérica para leer y estudiar; de jugar con sus hijos y hacerlos reír sin parar; de estar en buena compañía íntima y familiar; y de una deliciosa y nutritiva comida, ¡claro está! Si deseas contactarla, hazlo ahora. En confianza. ¡Ya! ☺︎
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